So, hablemos del español de Puerto Rico

So durante los pasados días se han estado llevando a cabo unas vistas públicas con la señora Mabel Cabeza y la reportera Sandra Rodríguez Cotto ha aprovechado esta oportunidad para sacar a luz actitudes negativas hacia el español de Puerto Rico. En su escrito (enlace aquí), la misma menciona la existencia de un “mal espanglish” pero, ¿qué es un mal espanglish? Espanglish es una de las muchas palabras para describir la mezcla de sistemas, como hizo Mabel Cabeza en sus expresiones pero, ¿cómo puede haber una forma mal de mezclar estos sistemas? Lo aún más interesante es que la propia autora mezcla sistemas en su artículo, ¿acaso esto es un ejemplo de mal espanglish? 

Mabel Cabeza acaparó los ratings en las vistas públicas de la Comisión de Salud donde se defendió como gato bocarriba, y tiró a todos al medio, menos a ella misma. 

Lo que creo que provocó este análisis lingüístico dentro del artículo es la expresión “so” por parte de Mabel Cabeza, ya que está en el título del escrito de Rodríguez Cotto (Sou, Mabel (comentario). No obstante, la autora toma una postura interesante en la escritura de esta palabra, ya que añade una “u” al final. Creo que esta “u” busca marcar la producción de Mabel Cabeza como una de baja competencia de inglés cuando la propia producción del inglés semeja a esa forma escrita que Rodríguez Cotto utilizó. Me pregunto si la autora nunca usará OK en sus expresiones u otras palabras de inglés en su habla cotidiana 

Rodríguez Cotto también ataca el uso de “expresiones de inglés” como “realicé” y procede a ofrecer alternativas “en español” que no reflejan las practicas y usos de los hablantes de Puerto Rico y de hablantes en situaciones de contacto de lengua. Realicé es una palabra que existe en español, aunque su uso es más similar al verbo “hacer”. Lo que está haciendo Mabel Cabeza es un proceso común en situaciones en contacto llamado extensión semántica, en el cual el significado de una palabra de una lengua se adapta a la palabra de otra lengua. El verbo “realize” en inglés funciona, por ejemplo, para expresar “darse cuenta” en español pero Mabel Cabeza lo usa en español para llevar este mismo mensaje. Un ejemplo de este proceso lo vemos con el verbo “aplicar”, el cual su significado sería más similar al ejemplo: “aplicar una crema en el brazo” pero los hablantes en situaciones de contacto entre el español e inglés lo usan para referirse a un trabajo: “apliqué para trabajar en Walmart” debido a su similitud al verbo “apply” de inglés. Este comportamiento está mal visto por aquellos con perspectivas prescriptivistas y que citan al diccionario o a la Real Academia Española como recursos y entidades que deben gobernar e influir en la forma de hablar de las personas. 

Incluso, Rodriguez Cotto intenta burlarse de la producción de Mabel Cabeza al escribir “forwal” cuando es simplemente un proceso fonético que no tiene 100% correlación con el conocimiento del inglés de la persona. Aún más sorprendente es que Rodríguez Cotto retrata la expresión “Es que yo intelvení” y hasta tilda este proceso y el uso de palabras de inglés en un contexto de español como “palabras inventadas”. Señora Rodríguez Cotto, estas palabras de inglés que Mabel Cabeza utilizó son palabras inventadas como “silla”, “mesa” o cualquier otra son palabras inventadas, ya que no existe ninguna correlación inherente de una palabra con la idea, debido a que son convenciones a las cuales los hablantes llegan a un acuerdo para así entenderse. Si usted no representa parte de este grupo de hablantes que utilizan sin ningún problema y a diario palabras como “so” o “text” o “realicé” eso no significa que sean inventadas como usted menciona. Me pregunto si usted en su habla no utiliza ninguna palabra proveniente del inglés ya que sería, en mi opinión, de la extrema minoría, ¿acaso dice armario en vez de closet o impresora por printer? Estoy deseoso de saber. 

Rodríguez Cotto también revive la pésima campaña del 1995 que decía “idioma defectuoso, pensamiento defectuoso” como si el uso de palabras de inglés repercutiera en los procesos de adquisición o de procesamiento de lengua. Múltiples estudios lingüísticos y psicolingüísticos sobre procesos de adquisicón y producción han encontrado que intercambiar entre lenguas o incorporar palabras de inglés en una producción no incide en tener un pensamiento defectuoso. Esta postura es una bastante anticuada y que no toma en cuenta los procesos de incorporacíón de palabras de una lengua a otra, algo que ha ocurrido desde que existen las lenguas (veáse la enorme lista de palabras del árabe que existen en español, palabras de francés en el españo y más). Esta presencia de palabras de otras lenguas no afectan el procesamiento ni la comprensión de la lengua. Solo y solo si el receptor no las conoce o no las comparte pudieran haber problemas de comunicación. Debemos recordar que el acto de hablar es como un código: tenemos que compartir el código para entendernos y si alguien usa algo que no pertenece al código de otra persona, pudieran haber problemas de comunicación.

No obstante, con los más de 100 años de historia y de contacto de español e inglés en la isla, me sorprendería que el uso de estas expresiones por parte de Mabel Cabeza en las vistas públicas de la cámara de represtantes afecten la comprensión del mensaje que quisiera llevar Mabel Cabeza ante los representes y el público.

Pero lo que más me sorprendió de las expresiones de Rodríguez Cotto es la inclusión de la expresión “Es que yo intelvení”, enfasís en la “l”, como una de las que pertenece al repertorio de expresiones defectuosas que mencionó Mabel Cabeza. El proceso de usar “l” en vez de “r” en esa posición es un proceso fonético llamado lateralización y es un rasgo característico y ultra presente del dialecto de Puerto Rico. Me sorprendería mucho que la autora Rodriguez Cotto nunca produzca una “l” donde va una “r” como lo hizo Mabel Cabeza en sus expresiones. 

Como lingüista, es triste que Rodríguez Cotto siga perpetuando actitudes negativas y punitivas al español de Puerto Rico y que incluso diga que hablamos como hablamos y que producimos como producimos porque “Puerto Rico es un país de palas y de fotutos políticos” (cita con ciertas alteraciones). Producimos “l” por “r” en palabras como “intervení” por que así es nuestro dialecto, porque así evolucionó nuestro español y por procesos fonéticos que permiten y facilitan esta producción. Utilizamos palabras de inglés en nuestro habla (como email y text, como menciona Rodríguez Cotto) y adaptamos estas palabras (como decir forwal en vez de forward) debido a los más de 100 años de historia y de contacto con el inglés y Estados Unidos. No hacer esto sería un acto tan no natural que violaría e iría en contra de todos los procesos de contacto e influencias de lengua que hemos visto durante la historia y la evolución de las lenguas. Ni España pudo evitar que entraran cientos de palabras del árabe al español en sus siglos de contacto con esta lengua. ¿Lograremos detener la incorporación de palabras de inglés al español de Puerto Rico? Muy difícil cuando la población joven ya tiene actitudes mucho más favorables hacia el uso de palabras de inglés en el español e incluso, al intercambio de código (ej. Tu debes wait to see what happens). 

Rodríguez Cotto, si Mabel Cabeza se colgó o no español, o si se colgó en inglés o no en la escuela -como usted menciona-, eso no incide en la habilidad Mabel Cabeza de producir la lengua. Los procesos de adquisición de lengua suceden mucho antes, en la casa, antes de ir a la escuela. Con mi formación como maestro de español de escuela secundaria, y ahora como lingüista, le puedo decir que en las escuelas de Puerto Rico no se va a “aprender a hablar español” ya que el niño llega con el sistema ya adquirido. La escuela le expandirá su conocimiento sobre formas más formales, la escritura (un sistema arbitrario a la lengua hablada) y otras destreza de comunicación. No conozco la niñez de Mabel Cabeza, pero quizás, como muchos millennials -como usted menciona-, adquirió el inglés en la casa mediante la televisión o mediante viajes a EEUU o quizás, en la escuela. Sea como sea, no se colgó en inglés por decir “forwal” (énfasis en la l) sino que su producción representa una cosa: una producción en un escenario de lenguas de contacto, en el cual se manifiestan múltiples procesos (aún por investigar más) que llevan a que un hablante produzca palabras en inglés con sonidos más cercanos al español. Mabel Cabeza tampoco se colgó en español por decir “intelvení” ya que esa es una producción bastante común del dialecto de Puerto Rico. Quizás los prejuicios lingüísticos de Rodríguez Cotto no acepten esa producción como pertinente para una vista pública pero ya esa es su opinión y no un hecho que pertenezca a la propia lengua o al sistema. 

So, Rodríguez Cotto, la exhorto a que explore más sobre procesos de adquisición lingüística y de procesos de producción fonética en busca de dejar en el pasado y dejar de propagar las actitudes negativas hacia el español de Puerto Rico, que repercuten en actitudes y percepciones negativas de los propios puertorriqueños hacia su variante del español, perpetuando y causando un rechazo de nuestra propia variedad de español.

Nota del Autor: A mí no me importa NADA el asunto político o de corrupción que esté sucediendo con la señora Mabel Cabeza. Yo no estoy defendiendo su mensaje ni sus actitudes, solo su producción de español y tratando de promover una actitud más positiva hacia el español de Puerto Rico. Esto NO es una defensa de lo que haya hecho ella o una defensa de su carácter como empleada pública.

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