Al español no hay que defenderlo
Durante el VII Congreso Internacional de la Lengua Español hubo varios conferenciantes que se apoyaron de la retórica de que “hay que defender el español” o que insertar vocablos del inglés en nuestra habla, es un acto de terrorismo. ¿Qué español estas personas buscan defender y conservar? El español que hablamos en Puerto Rico, queramos o no queramos, está en constante contacto con el inglés y es inevitable que el contacto no suceda. La lengua está viva y por tal razón, no puede ser ese castellano culto que adorna las páginas del Quijote. La lengua es esa herramienta que nos permite expresarnos y en el momento que no fluye tan natural como respirar, atacamos lo que realmente representa nuestra puertorriqueñidad, palabra que Luis Rafael Sánchez proclamó en su discurso inaugural.
Querer un español puro en suelo borincano es un intento fallido, una guerra que no se puede ganar. Salgan a la calle, escuchen a los niños de esta generación que con tanta exposición de los medios en inglés, sus conversaciones fluyen tan natural en esa lengua como en la que muchos luchan sin cesar por proteger y salvaguardar.
Nadie está pidiendo que los maestros no hagan su trabajo, pero es tarea de estos conocer las nuevas teorías lingüísticas, para que no penalicen a los estudiantes en su expresión oral, la expresión que más natural debe suceder. Todo es cuestión de contextos, lugares y momentos, si el puertorriqueño quiere usar palabras en inglés que las use, quizás de esa manera es la mejor forma en la que expresa lo que realmente distingue nuestro español. Ese español tan único como la palabra puertorriqueñidad, que todos defendimos y por la cual muchos aplaudieron durante cuando Sánchez la pronunció.